Quizás eres un consumidor de energía responsable. De esos que cada noche apagas las luces, la televisión, la computadora o el wifi mientras duermes y no lo estás usando, pero… ¿alguna vez pensaste en cómo traer esa misma conciencia de energía a nuestro trabajo en la web?
La electricidad es la sangre que da vida al internet y ésta, es usada para dar energía a los miles de centros de datos, redes de telecomunicación y dispositivos que usamos para navegar en internet.
Hoy en día, esos centros de datos representan el 3.8% de las emisiones de carbono del mundo ¡tanto como la industria aérea! y se estima que en los próximos 10 años, esa cifra aumentará mucho más.
Este es un problema enorme y solo está empeorando. El planeta se está acercando rápidamente a un desastre global. Ya no hay vuelta atrás en todo lo que se ha hecho mal hasta la fecha, pero no por eso tenemos que dar todo por perdido y seguir con este egoísta modelo energético de consumo descomunal de recursos.
No no se trata de cambiar radicalmente nuestros hábitos, si no de hacer pequeñas modificaciones en la forma como concebimos y diseñamos la web diariamente. Y qué mejor manera de reducir la huella de carbono digital que invirtiendo en un hosting ecológico y ofreciendo productos o servicios sostenibles, donde las personas y el planeta, estén primero.